Los
alimentos que consumimos a diario son más que una fuente de energía;
son
fundamentales para nuestra salud, bienestar y longevidad. Las decisiones que
tomamos sobre lo que comemos pueden tener efectos profundos en nuestra salud
física, estado mental e incluso en el medio ambiente. En los últimos años, la
investigación científica ha arrojado luz sobre la importancia no solo de la
cantidad de alimentos que consumimos, sino también de su calidad, momento de
consumo y la diversidad de nuestra dieta.
La
evidencia sugiere que, para una salud y bienestar óptimos, las personas deben
aspirar a consumir una dieta equilibrada que limite la ingesta calórica para
evitar el consumo excesivo, enfatice los alimentos de origen vegetal, limite la
ingesta de alimentos de origen animal, reduzca la ingesta de alimentos ultra-procesados
y promueva la diversidad dietética. Adoptar una variedad de alimentos de
diferentes fuentes no solo mejora la ingesta de nutrientes, sino que también
apoya sistemas alimentarios sostenibles, contribuyendo así a mejores resultados
de salud, una mayor esperanza de vida y una huella ambiental reducida. Este
enfoque holístico de la alimentación no solo beneficia la salud personal, sino
que también juega un papel significativo en la salud de nuestro planeta.
Esta
sección busca proporcionar una visión general basada en evidencia del
entendimiento actual de los hábitos alimentarios.
