COCINAR EN FAMILIA
Cultivar la preferencia por
las comidas caseras puede repercutir significativamente en la salud nutricional
y el bienestar de las familias. Las investigaciones demuestran sistemáticamente
que las comidas preparadas en casa suelen ser más sanas. Las familias que
cocinan en casa consumen menos nutrientes poco saludables, como azúcar, grasa y
sal, en comparación con las familias que comen principalmente fuera de casa o
piden comida a restaurantes.
Cocinar con los niños y las niñas es también una oportunidad para establecer hábitos saludables desde la infancia, que perdurarán hasta la edad adulta.
¿Qué podemos hacer para ello?
- Involucra a tus hijos en hijas en la planificación y preparación de las comidas para que se sientan incluido/as y les enseñes sobre nutrición.
- La constancia es clave. Establecer horarios concretos para las comidas puede ayudar a mantener unos hábitos alimentarios regulares y garantiza que la familia pueda reunirse para comer junta.
- Empieza con recetas sencillas que no requieran mucho tiempo de preparación pero que sean sanas y sabrosas.
- Aprovecha la compra para enseñar a los niños y niñas los distintos alimentos y sus valores nutricionales.
- Recuerde que dejar que los niños y las niñas manipulen los alimentos y se familiaricen con ellos es una forma de romper la barrera que les impide probarlo